Mi Hijo No Quiere Comer – Parte 2

Consejos para poder disfrutar de la Comida

Este post, al ser muy amplio, se divide en tres partes:

1. Recomendación de un libro muy actual -Mi Nino no me come de Carlos Gonzalez- y que practica la crianza respetuosa, para ver el resumen del libro pincha aquí: https://solounamama.com/2019/03/13/mi-hijo-no-quiere-comer-parte-1/

2. Recomendaciones de cómo hacer para disfrutar de la comida y que NO sea un momento de tortura -post actual-.

3. Pero entonces qué y cómo le doy para que coma bien o mejor? -tercer post con esta temática.

Muchas veces las expectativas son demasiado altas de los padres respecto a lo qué, cuánto, cómo y con qué frecuencia deberían comer sus hijos.

Si el pediatra ya te ha informado de que no hay por qué alarmarse, ya que su talla y su peso están dentro de lo normal y si es un niño activo que no se enferma de gravedad, entonces intenta mantener la calma y lee estos tips para poder disfrutar de cada comida.

No seas tan rigurosa

Intenta no medir lo que come tu hijo y no lo compares con lo que coman los demás, y párate a pensar por un momento que si un día come poco o menos de lo habitual tal vez es por que no necesite comer más.

Por otro lado, la mayoría de estos problemas surgen entre el año y los tres años de vida. Muchos padres pensamos que al duplicarse la edad, también se dobla la ración, a partir de, aproximadamente, los 12-15 meses, ya no crecen la velocidad con la que se desarrolla un lactante o niño chico. Un truco del que me habló mi pediatra, que me pareció muy interesante para determinar la cantidad de comida que entra en un estómado, se podía utilizar midiendo los puños -ambos- de las manos. Esa es la ración suficiente. 

Si bien existe la lucha de los 1-3 años para que coman, el ciclo se recupera otra vez a los 5 años, donde comen mucho y de todo. Es importante mencionar que se trata de ciclos, que no tienen la misma duración, si contemplamos este proceso como fases donde hay altas y bajas podemos adaptarnos un poco a las necesidades de los niños, por ejemplo en una fase en la cual tienen mucha hambre podemos tanto incluir nuevos alimentos, como concentranos más en las frutas y verduras, en las fases donde están más flojitos para comer darle de vez en cuando cosas que les gustan más que otras. 

– Ayudalo a Tomar Decisiones y a Expresarse

Tomar decisiones es un ejercicio que debemos poder hacer desde que somos niños, de hecho es en la infancia donde empezamos con el arte de tomar decisiones. Un estudio de la Universidad de Granada, ha demostrado que permitir a un niño pequeño elegir libremente su verdura favorita, ayuda a aumentar hasta un 80 por ciento el consumo de estos alimentos en la población infantil. Que te cuente por qué no quiere un alimento o cuáles son los alimentos que le gustan más. De un plato variado, pregúntale cuál de los alimentos le gusta más, también que si alguno no le gusta lo elija y no lo coma, si los come todos felicítalo con un abrazo grande y que pueda repetir la porción de lo que más le gustó.  

– No seas Insistente y Mucho Menos Autoritaria

Los pequeños se dan cuenta que la insistencia es sólo una forma desesperada de mostrar algo, sienten que no pueden tomar decisiones respecto a lo que desean o no comer y por último quieren mantener su posición y se encaprichan más. Los padres que insisten a un niño para que coma verduras y luego le premian con un gran helado, sólo refuerzan la idea de que deben recibir un premio por «el sacrificio» de comer verduras.

Claudia nos escribe y dice: » Mi hijo cierra la boca y no hay poder humano que haga abrirla, cuando insisto es peor, pero tampoco puedo decirle sólo unas cuantas veces, entonces empieza la lucha de poder.» Si bien uno desea el bien para su hijo y por eso siente que tiene como meta que terminen una porción de verdura, es importante no insistir o forzar, la regla sería: ofrecer siempre, pero no insistir. 

Si no le obligas, también dejas de lado las peleas, gritos y lágrimas. Esto incluye no gritarle, chantajearle, compararlo con su hermana, no hacerle el avión, no meter a la tía Manuelita en esto y que se coma una cuchara en su nombre, no recriminarle que come poco de esto y que sólo le gusta lo otro o que has trabajado mucho en la cocina para que luego nadie te lo reconozca y encima rechacen tu comida.

Experimentar es algo importante para los niños, tocar texturas y tener su propio cubierto, déjalo experimentar en la medida de lo posible. 

Camufla y Decora

Muchas veces los sabores hay que camuflarlos con un chorrito de limón o con semillas encima, un poco de pan molido, etc. También una buena alternativa es decorar, por ejemplo los ojos como dos aceitunas, la nariz de zanahoria, la boca de tomate, etc. Les encanta comerse al «señor verdura». Con mi hijo de dos años jugamos a que es un gran dinosaurio y se come los árboles -brócoli-» nos cuenta una mamá.

Intenta Nuevamente

Ser mamá significa ser perseverante y no tirar la toalla nunca. No necesitas insistir, pero si siempre las ve en su plato y sabe que puede rechazar una -sólo una de las cuatro que le sirves- entonces no le quedará otra que empezar a comer. 

– Felicítalo cuando come bien

Explícale cómo una buena comida lo hace más grande y fuerte, que se enfermará menos y que mientras coma mejor tendrá una mejor calidad de vida. Después de una buena comida pueden salir al parque o a dar un paseo.

– Sigue una rutina

Como sabemos, las rutinas dan seguridad a los niños y crean hábitos, entonces es importante que el niño la conozca: – lavarse las manos, ayudar a poner la mesa, sentarse a la mesa- lo mismo para retirarse de la mesa. «A mis hijos les encanta hacer una oración y cantar una canción que nos inventamos antes de la comida» escribe una mamá.

Conoce a tu hijo

Sólo tú sabes de ese lugar que le gusta más y está tan feliz y distraido que se puede terminar toda su porción de fruta. «Con mi hijo mayor tenía que ir a los columpios para que se termine toda su porción de fruta» » A mi hija le encanta jugar a la comidita de verdad, entonces aprovecho para que la comida que comemos sea real, y llevo puras verduras a nuestro lunch» nos escriben dos jóvenes mamás. 

Muchos niños prefieren no mezclar los alimentos conocidos con los desconocidos, también es importante que el momento de probar la porción sea pequeña. 

Tu Testimonio y Ejemplo son Todo  

No puedes sermonear a tu hijo sobre la importancia de una buena alimentación y que no debe fumar o tomar gaseosas si tú misma no estás convencida de ello, no te escuchan todo el tiempo, pero sí te observan. Tú misma eres testimonio de todo lo que les predicas.

Es tan Escaso el Tiempo que nos Necesitan para Alimentarlos que Tiene que ser Algo Bonito

Cuando veas hacia atrás y veas que tu hijo de 5 ya pela sus propias frutas o se sirve solo un vaso de agua, te acordarás que hace unos meses atrás te necesitaba para todo y que cada día es más autonómo e independiente, que al final esa es la tarea de una mamá: que ya no te necesiten. Por eso aprovecha lo más que puedas una etapa tan linda como es la de alimentarlos, desde la lactancia hasta la introducción de la alimentación. Es algo que le suma a tu patrimonio de vida y le pertenece por siempre sólo a una mamá.

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